La huella que está dejando el plástico en el planeta es cada vez más clara: lo vemos casi en todas partes. Las imágenes que circulan por las redes sociales mostrando el impacto del plástico nos dejan con la realidad de que el plástico es el material menos seguro para el medio ambiente. Muchas campañas están concienciando sobre la crisis del plástico y los efectos perjudiciales de este material. Pero, ¿por qué el plástico es mucho más nocivo que las opciones alternativas? La respuesta está en su ciclo de vida, que describimos a continuación.
Los plásticos son un tipo de polímero sintético. Los químicos los diseñaron para que fueran un material resistente, flexible y ligero para los productos. Los polímeros sintéticos, creados por el hombre, pueden formarse a partir de sustancias naturales como la celulosa, pero, por lo general, se fabrican utilizando los átomos de carbono de los combustibles fósiles. Desde que aprendimos a crear y manipular los plásticos sintéticos hace casi 150 años, se han convertido en una parte importante de nuestra vida cotidiana. La mayoría de los productos tienen algún tipo de polímero plástico.
Paso 1: Extracción
Para crear el producto plástico, primero hay que extraer petróleo crudo o gas metano. Los principales métodos para estas operaciones a gran escala son la minería y la perforación. La minería consiste en excavar para sacar a la luz recursos enterrados, lo que a menudo provoca que grandes volúmenes de roca y tierra sobrantes se viertan en los valles en corrientes de vapor, con el consiguiente impacto sobre el flujo de agua y la vida marina. Los lugares de extracción suelen quedar con tierras dañadas y suelos pobres, propensos a sucesos como corrimientos de tierras y contaminación de aguas tóxicas. Los métodos de extracción no convencionales, como la fracturación hidráulica del gas natural o «fracking», son objeto de gran atención por parte de los defensores del medio ambiente. El fracking agota los recursos, contamina las aguas residuales, implica emisiones de metano y aerosoles tóxicos y aumenta la posibilidad de terremotos y vertidos de petróleo.
Etapa 2: Perfeccionamiento y craqueo
Las materias primas se compran a una refinería tras su extracción. Durante el refinado, se obtienen los componentes básicos para la producción de plástico: el propano del gas natural y el etano del petróleo crudo. A continuación, el etano y el propano se descomponen en etileno y propileno en una planta de craqueo. Las resinas se producen mediante polimerización catalizada, modificando químicamente el etileno y el polietileno. La transformación química puede realizarse de distintas maneras y dar lugar a distintos plásticos. El número que aparece en un triángulo en los productos de plástico indica el tipo de plástico. Las resinas se transforman en gránulos de plástico llamados «nurdles», ya que se someten a altas temperaturas y presiones y luego se enfrían. A continuación, los fabricantes utilizan estos gránulos para crear el producto de plástico que desean, desde bolsas de plástico hasta poliestireno.
Los aditivos químicos que mejoran o suprimen las propiedades químicas provocan diferencias en los productos finales. La mala gestión o el vertido de residuos plásticos se acumulan en forma de desechos marinos en nuestros océanos, lo que supone un importante riesgo ecotoxicológico para las especies marinas y los seres humanos.
Paso 4: Distribución y consumo
Desde 1950 se han producido aproximadamente 9.200 millones de toneladas de plástico, de las cuales el 40% corresponde a productos de plástico de un solo uso. A través de nuestros hábitos de compra, podemos instar a las empresas a ser más respetuosas con el medio ambiente y buscar alternativas sostenibles.
Paso 5: Eliminación de plásticos
Dado el proceso, los recursos y la energía utilizados para crear productos de plástico, debemos utilizar y desechar de forma responsable los que poseamos. Podemos reutilizar, reaprovechar y reciclar los plásticos para sacarles el máximo partido antes de tirarlos. Por ejemplo, puede ser tan sencillo como guardar un cepillo de dientes viejo para limpiarlo. Los plásticos duros suelen reciclarse en los contenedores de reciclaje municipales, mientras que otros plásticos son algo más duros y suelen requerir la intervención de terceras entidades, como su supermercado local. Cuando los plásticos se reciclan, se clasifican, se descascarillan, se lavan y se transforman en nuevos nódulos listos para convertirse en un nuevo producto.
El reciclaje puede ser la mejor forma de gestionar el plástico existente y evitar más extracciones nocivas para crear plástico nuevo. Sin embargo, no es una solución a largo plazo debido a su alto consumo energético y a los problemas logísticos. Además, los plásticos no son infinitamente reciclables: cada vez que se procesa el plástico, su calidad disminuye.
Como sociedad, debemos abandonar el uso de plásticos para minimizar su producción y los consiguientes efectos nocivos. Consulta nuestro blog sobre intercambios de plástico para descubrir cómo deshacerte del plástico.