Los riesgos para las empresas asociados al cambio climático y al calentamiento global son inmensamente complejos y casi infinitos. Todas las empresas se verán afectadas por el cambio climático. Sin embargo, los riesgos de su empresa relacionados con el clima pueden gestionarse. Cada empresa es única en cuanto a su exposición al cambio climático. El aumento de la frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, unido a la subida de las temperaturas y del nivel del mar, ya ha causado numerosos problemas para el crecimiento y el bienestar de empresas y comunidades en todo el mundo. La frecuencia anual de siniestros relacionados con las condiciones meteorológicas se ha triplicado desde los años ochenta. El Instituto Swiss Re advierte de que hasta el 18% del PIB podría desaparecer de la economía mundial en 2050 si no actuamos. Para Estados Unidos, esto podría suponer unas pérdidas económicas anuales de aproximadamente 500.000 millones de dólares. No hay elección, las empresas deben adaptarse al cambio climático o enfrentarse a la extinción. Existen soluciones y opciones para mejorar la estrategia de mitigación y adaptación de las empresas. Dado que los efectos de una diferencia entre 1,5 °C y 2 °C son tan grandes, es fundamental actuar.
Riesgos físicos
Como ya se ha dicho, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes. Desde inundaciones a sequías y desde huracanes a incendios forestales, la gravedad está aumentando en todo el mundo. Los riesgos a largo plazo incluyen el cambio de los patrones de precipitaciones y el aumento del nivel del mar; sólo en los últimos 20 años, el nivel del mar ha subido más de cinco centímetros. Los efectos pueden ser devastadores, desde un huracán que destruya las líneas eléctricas y las infraestructuras, una inundación que cierre las rutas de transporte o las altas temperaturas que amenacen las operaciones y las cadenas de suministro. Aproximadamente el 90% del Índice S&P Global 100 ha identificado el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas como un riesgo futuro, y más de un tercio afirma haber experimentado ya efectos adversos. Las condiciones meteorológicas extremas pueden reducir la demanda, cerrar instalaciones, perturbar los sistemas de comunicación, impedir que los empleados se desplacen al trabajo, entre otras muchas repercusiones.
Aunque los riesgos son abrumadores, existen oportunidades. Las empresas deben reforzar su resistencia evaluando y gestionando estos riesgos. Varias empresas trabajan en materiales de construcción resistentes a las tormentas y en productos de seguros relacionados con la meteorología. Las herramientas de previsión específicas para el clima son las más eficaces para evaluar la evolución de los riesgos y las repercusiones que ello conlleva.
Riesgos de transición
Los riesgos jurídicos del cambio climático requieren gran atención. Los litigios pueden surgir por cuestiones relacionadas con el clima, como que una empresa no mitigue, adapte o revele un riesgo climático. Por ejemplo, ExxonMobil fue demandada por no revelar a los inversores los riesgos relacionados con el cambio climático que podían surgir. Es necesario tener en cuenta los riesgos normativos derivados de los efectos de las medidas políticas dirigidas a mitigar el cambio climático o a incentivar la adaptación; estas políticas suelen estar en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París. Los litigios podrían derivarse de tales riesgos, por ejemplo, el incumplimiento de las políticas actualizadas. Garantizar la neutralidad del carbono y la energía limpia podría incrementar los costes operativos y aumentar el riesgo de incumplimientos. Muchas empresas se han fijado objetivos para alcanzar el cero neto, pero no han abordado los riesgos potenciales.
La RSE y la ASG están bajo la lupa más que nunca; las partes interesadas, los clientes y el público en general se fijan cada vez más en el gobierno corporativo de las empresas. La reputación de las empresas depende cada vez más de su respuesta al cambio climático. Las empresas a las que se descubre haciendo trampas en las normativas sobre emisiones están rindiendo cuentas y sufriendo una reacción pública, como Volkswagen en 2015. A medida que el público siga cambiando y se conciencie más con el medio ambiente, el mercado seguirá cambiando. Determinados productos, servicios y materias primas experimentarán fluctuaciones en la oferta y la demanda. La demanda de energías renovables aumentará a medida que nos esforcemos por cumplir los objetivos de energía neta cero, mientras que el carbón se irá eliminando progresivamente.
Las alteraciones tecnológicas necesarias para lograr una economía con menos emisiones de carbono implican diversos costes. La transición a las energías renovables es inevitable, junto con la adopción de muchos otros cambios para reducir la huella de carbono de las empresas. A largo plazo, muchos de estos cambios serán rentables, pero pueden suponer un coste inicial que hay que tener en cuenta. Las empresas deben asegurarse de que han planificado los cambios inminentes a los que se enfrentará la sociedad y los costes asociados a ellos.
Climatización inteligente para su empresa
El cambio climático seguirá siendo una amenaza a menos que emprendamos acciones significativas. Por tanto, las empresas seguirán expuestas a los riesgos mencionados. La adaptación y la mitigación son esenciales en esta emergencia climática, ninguna empresa es inmune, pero una planificación eficaz puede minimizar los impactos. Si su empresa necesita ayuda para realizar estos cambios, Climate Wise Your Business le ayudará ofreciéndole Soluciones Climáticamente Positivas a través de nuestro enfoque en 3 fases. Dé el primer paso y reserve una consulta empresarial GRATUITA poniéndose en contacto con info@climate-wise.com.