La crisis climática es un problema mundial cada vez más alarmante y urgente. Sus graves efectos geofísicos, como el aumento del nivel de las aguas y el cambio de los patrones meteorológicos, amenazan vidas en todo el mundo. Aunque los efectos del cambio climático en las comunidades locales están bien documentados, sus preocupaciones siguen sin ser atendidas en gran medida. En un número especial de Environmental Engineering Science, la Universidad Estatal de Michigan señala que las comunidades históricamente marginadas suelen «carecer de plena participación en la vida social, económica y política». También soportan desproporcionadamente la carga de los riesgos medioambientales y sanitarios.
Cuando se trata de abordar los problemas climáticos a nivel sistémico, las organizaciones sin ánimo de lucro son un mediador crucial entre los responsables políticos y estas comunidades marginadas. He aquí por qué las organizaciones sin ánimo de lucro son vitales en la lucha contra el cambio climático.
Independencia financiera
La independencia financiera permite a las organizaciones sin ánimo de lucro operar con gran libertad. La Universidad Maryville afirma que las organizaciones sin ánimo de lucro solo generan los ingresos necesarios para mantener sus operaciones y no tienen accionistas públicos ni acciones. Tampoco distribuyen los ingresos entre funcionarios o afiliados. Esto significa que, a diferencia de las ONG, no tienen vínculos con partes interesadas, patrocinadores o miembros que puedan comprometer sus operaciones, ideologías o intereses.
Recientemente, tras tres años de organización y defensa, la Union of Concerned Scientists colaboró en una ley de Illinois sobre clima y equidad que permitiría la transición a las energías renovables, prestando atención a la mano de obra, los contratistas y las comunidades implicadas. Durante décadas, esta comunidad de los mejores científicos del país ha movilizado sus causas con soluciones basadas en la ciencia y la evidencia para resolver problemas de derechos humanos más allá de la crisis climática, y lo ha hecho únicamente con financiación de particulares y fundaciones independientes para proteger su libertad de actuar sin manipulaciones externas.
Orientación comunitaria
Es fácil cuantificar la gravedad de la crisis climática en cifras, como los niveles de agua y los índices de calor, pero estos números sirven de poco para influir en la acción si no se reconocen adecuadamente sus víctimas humanas. Para las organizaciones sin ánimo de lucro, estar orientadas a la comunidad puede salvar esa distancia al poner de relieve el aspecto humano de estos problemas.
Así lo ejemplifica la Alianza por la Justicia Climática, que se centra en soluciones de transición justa trabajando con comunidades y organizaciones de primera línea. Recientemente, se asociaron con el Center for Story-based Strategy y The Solutions Project para lanzar «Communicating Our Power», un programa orientado a impulsar el apoyo a las comunicaciones para las personas de color en primera línea de los movimientos por la justicia climática. De este modo, ponen de relieve las preocupaciones de los más desproporcionadamente afectados por la crisis climática.
Voluntariado
Dado que las organizaciones sin ánimo de lucro suelen estar más orientadas a la comunidad, también pueden incorporar a más personas a la acción y a la difusión de conocimientos a través del voluntariado. Muchos de estos voluntarios suelen tener trabajos de jornada completa o acceso a recursos que pueden utilizar para impulsar las actividades de la organización. Por ejemplo, los abogados pueden ofrecer asesoramiento jurídico gratuito y los médicos asistencia médica gratuita a las víctimas de la injusticia climática. De lo contrario, las organizaciones sin ánimo de lucro pueden atraer a voluntarios de orígenes más diversos, que a su vez pueden adquirir experiencia práctica sobre el terreno y fomentar la sensibilidad hacia estas cuestiones.
Un ejemplo es el Centro de Mamíferos Marinos, que anima a jóvenes voluntarios a hablar del cambio climático. En 2018, el hospital de mamíferos marinos y centro educativo sin ánimo de lucro orientó a jóvenes voluntarios sobre ciencia del clima y estrategias de comunicación. Con ello se pretendía que los visitantes participaran en actividades de concienciación sobre el cambio climático y sus efectos en los mamíferos marinos. Al final, consiguieron atraer a más de 3.580 visitantes, que se comprometieron a reducir su huella de carbono en más de 860 ocasiones.
Las organizaciones sin ánimo de lucro son un componente vital entre otros innumerables que son esenciales para abordar la crisis climática. El post de Climate Wise sobre la solución de la crisis clim ática habla de cómo las comunidades pueden ser apasionadas embajadoras del cambio al ser testigos de los efectos de la crisis climática a nivel micro, con asuntos como los ecosistemas locales, la calidad del agua y los riesgos para la salud. Por su implicación en la comunidad y su libertad, las organizaciones sin ánimo de lucro son vitales para llamar la atención sobre los efectos más infravalorados de la crisis climática.
Por J Hawkins para climate-wise.com