¿Quién es Extinction Rebellion (XR)?
Extinction Rebellion es un movimiento internacional que utiliza la desobediencia civil no violenta para minimizar el riesgo de colapso social y detener la extinción masiva. Quieren poner de relieve la actual crisis medioambiental que estamos viviendo. La vida misma está amenazada, y utilizan colectivamente sus voces para concienciar sobre la posibilidad de transformación. XR cree que hay un nuevo mundo por delante lleno de amor, respeto y regeneración en el que se restablece la red de la vida. Piden a la humanidad que actúe con feroz urgencia en la tercera guerra mundial del beneficio contra la vida. A medida que la vida se desmorona, la propia humanidad se encuentra al borde del abismo. XR tiene diez principios y valores fundamentales que giran en torno a la idea de una visión compartida de un mundo capaz de mantener a las generaciones futuras, movilizando al 3,5% de la población, desafiando al actual sistema tóxico y rompiendo las jerarquías de poder.
¿Qué ha conseguido XR este año?
Las protestas más recientes incluyen desde intentar pegar las manos a la calzada frente al Parlamento hasta bloquear un matadero en Manchester. Estas protestas de desobediencia no violenta son un esfuerzo por poner de relieve la crisis climática, cada vez más grave. Las protestas de este año en Londres fueron diferentes de las de años anteriores, en las que se bloquearon grandes zonas del centro de la ciudad durante el mayor tiempo posible. Este año, los manifestantes se centraron en señalar a los principales actores que alimentan la crisis climática, desde las empresas de combustibles fósiles hasta las empresas de medios de comunicación. Los responsables de XR afirman que la campaña revisada y centrada les ha proporcionado un nuevo sentido del propósito. El objetivo principal eran las organizaciones de presión y los grupos de reflexión de derechas, que los activistas consideran vitales para restar importancia a la gravedad de la crisis climática. Entre los activistas hay gente muy diversa, desde poetas a novelistas.
Como el nivel de perturbación no ha sido tan grande este año, el público no se ha conmovido en la misma medida, y la atención de los medios de comunicación no ha sido tan significativa. Para llamar más la atención, se llevaron a cabo protestas ante el número 55 de Tufton Street, donde se celebran numerosas reuniones centradas en el negacionismo climático y la industria petrolera. A continuación bloquearon las carreteras frente a las imprentas de los periódicos nacionales, incluidos el Sun y el Daily Telegraph, utilizando camiones y andamios de bambú en los que exhibían pancartas que decían: «Liberemos la verdad» y «5 sinvergüenzas controlan nuestras noticias». Esta actividad hizo que las protestas volvieran a ocupar un lugar destacado en la agenda informativa, y que el gobierno dejara flotar la idea de clasificar a XR como «grupo de delincuencia organizada».
¿Tiene éxito la XR?
No cabe duda de que las XR consiguen que la gente hable y se conciencie sobre la crisis climática. Independientemente de que la gente tenga buenas o malas opiniones, casi todo el mundo conoce su actividad. Teniendo en cuenta que solo se crearon en 2018, han logrado reclutar las voces de muchos y han dado lugar a protestas mundiales que exigen justicia y acción climáticas. La ciencia ha demostrado que si seguimos como hasta ahora, los efectos del cambio climático se intensificarán y cambiarán drásticamente la vida tal y como la conocemos. XR está haciendo sonar la alarma y poniendo de relieve la amenaza real a la que nos enfrentamos.
Sin embargo, los activistas han sido tachados de «fanáticos del medio ambiente» que corren el riesgo de alejar a miles de posibles partidarios. Las protestas de 2019 costaron 7,5 millones de libras a la policía metropolitana. Además, apoyan tácticas destructivas como romper ventanas afirmando que son necesarias y se cuidan de no poner a nadie en peligro. Según una encuesta, el 54% de los adultos británicos se oponen «firmemente» o «en cierta medida» a las acciones disruptivas de XR, consistentes en cortar carreteras y perturbar el transporte público.
A medida que aumentan las pruebas de la emergencia climática, son esenciales los esfuerzos para concienciar e implicarse en la acción por el clima. Aunque las RX pueden recibir mucha prensa negativa, han generado una atención significativa en torno a las cuestiones medioambientales. Participar en protestas no es para todo el mundo, pero la RX nos enseña a alzar la voz y a no aceptar la trayectoria actual que nos lleva a un mundo incapaz de apoyarnos. La próxima campaña consistirá en una «huelga de dinero» que animará a la gente a retener impuestos o deudas a las instituciones que se considere que alimentan la crisis climática. Quizá este tipo de acciones sean esenciales para que las empresas se tomen en serio el cambio climático.